Estimadas pupilas:

Toda Señorita inmersa en la batalla de cazar marido, debería ser una maestra en el efecto cebolla.

Para todas aquellas que os preguntéis en que consiste, indicaros que es aquel arte por el cual vuestras cartucheras, michelines y estrías varias quedarán completamente disimuladas y olvidadas gracias a la táctica dilatoria que consiste en quitaros la ropa por capas en esos momentos previos al pikolining.

Porque si, porque es más divertido primero quitarse la camisa, luego dejar caer el tirante de la combinación, pasar al liguero y despojarse de cada una de la medias ( debo indicaros queridas, que los panties pueden ser terriblemente castradores para un hombre) y luego desabrochar esos cordones del corsé.

Bajo ningún concepto, se admiten los calcetines en sustitución de las medias ni en las heladas noches de Ávila.

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