Crónicas antoníticas del Camino de Santiago
Estimadas pupilas:
Siguiendo con las crónicas estivales de las antoñitas, hemos recibido una acerca de las posibilidades de encontrar marido en el Camino de Santiago.Simplemente, por si os interesa saber si vais a amortizar las ampollas en los piés.
” Veredicto antonítico: en el Camino no se encuentra marido.Abundan los grupos de místicos de la ampolla ( no se si azuzados por los podólogos ) que dicen que hay que sufrir.La única gente simpática son las mujeres sólas.
Los hombres sólos pertenecen a dos grupos:
1- cincuentones bronceados que compiten consigo mismos.
2- treinteañeros que no dicen ni “buen camino”
Los tíos guays van en bici y en grupo.
Es posible encontrar a tipos fascinantes como el que conocí el otro día, hasta que me di cuenta que era un seminarista canadiense el cual fue rescatado inmediatamente por otro compañero no fuera que nuestra conversación derivara en algo pecaminoso.
Conclusión, si buscáis marido no vayáis al Camino.Podéis encontraros a vosotras mismas, ver la luz al final del camino, o ganaros unas gigantes ampollas en los piés, pero jamás encontraréis a vuestra alma gemela”
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