Erasmus
Estimadas pupilas:
El mundo ha sufrido múltiples genocidios de la población autóctona a manos de los invasores y si no que se lo pregunten a unas cuantas tribus de sufridos indios.
Antoñitas, si pensabais que vosotras no teníais de que preocuparos por haber abandonado el taparrabos por el trikini y cambiado como enemigo potencial al conquistador con yelmo por el gamberro con casco de moto, nada más lejos de la realidad.
Una horda inexorable avanza en todas nuestras ciudades, corriendo el riesgo de aniquilarnos como especie y ella es…la estudiante erasmus. Según una de nuestras lectoras en Barcelona la batalla de barrio de Gracia se libró por nuestro ejercito quien cautivo y desarmado les entrego las llaves que daban acceso a nuestros hombres. Porque si chicas, porque si en un lugar lleno de metrosesentonas morenas llegan las huestes de las valkirias, ¿ qué hacer ? ¿ entablar batalla? ¿ o bien plantearse una honrosa retirada?.
Se que os desquicia que él que ha odiado su nombre de bautismo toda la vida, le deje a ese proyecto de filósofa rubia llamarlo “Anggggggggggtoniooooooooooo” en vez del “Tony” de toda la vida y que en el caso de que os toméis dos copas de más diga:
– Dios estás borracha, no hagas más el ridículo
Mientras para la erasmus será:
– El alcohol mejora mucho tu español
Lo más sensato en estos casos antoñitas es eludir al enemigo, rehuid los rincones históricos de las ciudades, alejaos de los carriles bici y refugiaos si es preciso durante una época en los centros comerciales del extrarradio, que Dios y Carrefour quieran que no lleguen allí también.
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