Cariño, ¿en qué estás pensando?
Estimadas pupilas:
No hagáis nunca preguntas, cuya respuesta es obvia:
Suponed que os encontráis a vuestro medio pomelo mirando al infinito, con cara de estupidez supina y por supuesto suponéis que está pensando sobre algo profundo e importante como el futuro de vuestra relación.
Entonces atacáis y lanzáis la terrible pregunta:
– Cariño, ¿en qué estás pensando?
Y ahí va la respuesta:
– En nada
Y lo más sorprendente del caso es que es cierto.
Conclusión queridas, los hombres son como los coches: recargables.Pueden vaciar completamente ciertas partes de su cuerpo que volverán a llenarse, en el caso de algunos a medio depósito, cuando sea preciso.
Puedes unirte al grupo de Ponle una vela a San Antonio en facebook aqui