No mostréis la película antes del trailer
Estimadas pupilas:
Todas hemos ido al cine y mientras estamos esperando que empiece la película, hemos visto los trailers de otras cuya función se supone que es animarnos a comprar otra entrada para ver la película que promocionan. En muchos de los casos el resultado ha sido “ Vale se la ve a ella con un entrecejo macariano en la primera escena, se enamora de alguien intelectualmente disfuncional pero pectoralmente ultrafuncional en la segunda escena, en la tercera ya no tiene el entrecejo, en la cuarta el pectoralman dado la mejora de sus cejas se fija en ella, y en la quinta aparece una rubia sexy y pérfida ”.Ya me lo han contado todo, ¿para qué voy a ir ver la peli?
Eso mismo sucede con los hombres, queridas antoñitas. La función de la primera cita no es una carrera apresurada del mantel del restaurante a la sábana de la cama para rebajar la tensión sexual del chico en cuestión (para eso ya está el Playboy) y que no nos crea unas estrechas.
El interés se cimenta paso a paso, empezáis con un avance como un beso se ruega cautela sobretodo a las usuarias de ortodoncia. En la siguiente cita podéis mostrar algunos de los puntos estelares de vosotras mismas como por ejemplo una falda que enseñe vuestras piernas siempre y cuando no tengan el grosor de un capitel románico.
Y recordad que cuando vuestros hijos os pregunten el día de mañana donde os dió su padre el primer beso no le tengáis que decir “Oh no lo recuerdo pero sus calzoncillos eran Calvin Klein”
No olvidéis que el sexo no genera intimidad con un hombre si no la habéis conseguido previamente. El sexo es sólo sexo para ellos. Como dijo un montañero al preguntarle porque subía al Everest, “porque esta allí”.
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December 8th, 2010 at 8:25 pm |
Lo mejor para las antoñitas es no empezar aceptando una cena. Así se evitan malos entendidos entre los marañones y primitivos de toda época. Y se evitan ponerse el salto de cama.
Esto apoya el dicho de que vivimos en una sociedad de pena donde no dan euros por 20 céntimos.
Salvo que den con suerte con un caballero como yo que las advertirá de los peligros inhumanos.
Y , por supuesto, pueden confiar en que tras la cenita espléndida sólo les daré, previa aquiescencia, un tímido besito……
Palabra de caballero español.
December 17th, 2010 at 1:06 am |
Montar el Everest es bastante más sencillo que hacer realmente feliz a una mujer, especialmente a una antoñita. De ahí que de escaladores al Everest haya una lista creciente y haya incluso quienes “le añadan” dificultades extras (sin oxígeno, sin sherpas, con discapacidades, etc) mientras que un listado de hombres que hayan hecho totalmente felices a una mujer en la historia (incluso con ayudas [dinero, poder, etc.] no exista o tenga dudosa credibilidad).
Dicho esto, “el sexo sólo es sexo para ellos” no es sino un piropo (para ellos). Llamar sexo a otra cosa o esperar del sexo otra cosa no es sino un claro error. Las “otras cosas” suelen tener “otros nombres”, luego el error (si es que lo es) no viene del lado masculino.
Antoñitas, aclárense y emitan las señales adecuadas para los receptores masculinos y planteen, con todo el tacto posible (cuando más tacto, mejor -lo de tocar/sobar siempre ha tenido éxito-), una estrategia adecuada.
Generalmente hay una ecuación que (me dicen) sería la siguiente:
– cena fast food conlleva slow sex (es decir, se retrasa la parte de la sábana)
– cena slow food, incrementa un faster sex (mayor proximidad temporal a la sábana).
Hay quien dice que es por un tema económico (ver post posterior). Yo creo que es una cuestión de digestión.
December 17th, 2010 at 4:51 pm |
Daniel, la ecuación es absolutamente brillante!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y creo que tienes razón un restaurante con velas incrementa las posibilidades de acceder a las sábanas.
January 12th, 2011 at 8:42 pm |
Me cuesta imaginar esa mujer capaz de hacer “slow” después de una hamburguesa.Apunta maneras imposibles siguiendo la norma que decía que te casaras con una mujer delgada y limpia porque el tiempo haría el resto….Creo que hay algo tan viejo como el mundo y que pocas veces falla y es la mentira.El trailer masculino.