Estimadas pupilas:

Érase una vez un chico y una chica que se conocieron, salieron a cenar, practicaron pikolining (saltándose la regla de las 5 cenas).En citas posteriores, tuvieron pizzas a domicilio, cervezas en baretos y mas pikolining cumpliendo la norma de la degradación gastronómica al apresurar el pikolining

Un día él apareció mientras ella estaba al teléfono con su amiga y pronunció las palabras fatales “Te dejo que viene mi churri” y de repente él se imaginó sus calzoncillos mezclados con sus tangas, los domingos en el Carrefour, la otitis del Jonathan y lo vió todo claro:

– Lo siento pero en este momento no me encuentro preparado para una relación y creo que tu te mereces mucho más

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