Estimadas pupilas:

Os adjunto este interesante relato extraído de un artículo de “El Periódico de Catalunya” para que veais que hay que ser proactivas en la busqueda de marido.

 

“Una decisión radical  que dio el fruto deseado, porque uno nunca sabe dónde está el amor…

Con 38 años y un buen número de relaciones frustradas, Jennifer Cox comenzaba a plantearse qué sería de su vida amorosa. A priori, no fallaba nada. Tenía un buen trabajo, buena educación, era simpática y maja, pero no acababa de dar con su media naranja. Aunque, ¿quién dice que el príncipe azul vive en tu ciudad? Harta de no conseguir nada en Londres, y aprovechando su trabajo como periodista de viajes, decidió liarse la manta a la cabeza. “Llamé a amigos míos que viven por todo el mundo y les pedí que pensaran en hombres solteros que respondieran a una descripción que les envié”. Ahí empezó su gran aventura, La vuelta al mundo en 80 citas, que posteriormente se convirtió en un libro que publica Planeta, y que está pendiente de  convertirse también en una película.

Dicen que la mayoría de solteros son horribles, pero no es cierto, yo encontré muchos hombres guapos y encantandores”

 

Ahora sé que cuando conoces a alguien y crees que es Él hay que apostar fuerte”

 

 

Aunque acabé el viaje absolutamente agotada, me siento muy afortunada de haber vivido todas esas experiencias”

 

“Puede que parezca una locura”, asegura su autora, “pero fue un viaje muy enriquecedor, en el que me di cuenta de que, a pesar de lo que pensaba, el mundo está lleno de hombre adorables”. El optimismo que rezuma Jennifer no es gratuito. El viaje le salió redondo porque encontró a su alma gemela. “Llevamos cuatro años juntos y es maravilloso, incluso he decidido irme a vivir con él”. Aunque para saber más sobre su flechazo hay que leer el libro.

A pesar del final feliz, el viaje tampoco fue un camino de rosas, porque Jennifer se encontró con algunos personajes para enmarcar. Por ejemplo, en Holanda, la periodista se citó con un cultivador de tulipanes que apenas la miró durante toda la cita y que nunca le dio la flor que había llevado al encuentro. Pero para ella, la peor fue una en Dinamarca: “Me llevó por Christiania mientras llovía a cántaros y no paraba de hablar de su ex pareja, que es lo peor que te pueden hacer”.

Además de ligar, Jennifer Cox ha aprendido mucho durante su viaje. “He descubierto que los hombres son muy competitivos”, explica, “sabían que había tenido e iba a tener más citas y se empeñaban en crear un encuentro perfecto para estar seguros de que la suya iba a ser la mejor cita, compitiendo todo el rato”. ¿Y cuál fue la mejor de todas? “Pues con Anders en Suecia. Fue maravilloso. Era guapísimo, casi como Mel Gibson, y me llevó a una sauna flotante en medio de un lago, preparó comida increíble, fue tan perfecto que me dio la sensación de que no estaba a su altura”, recuerda.

Elvis en Las Vegas, un vikingo en Birka, un surfista en Perth, Romeo en Verona… Un viaje de ensueño para cualquier soltera. Eso sí, no sin riesgos. “Resultó que encontré una segunda alma gemela, cuando ya conocía a la primera… Fue un marrón, porque me entró miedo de tener dudas. Así que ahí finalicé mi viaje”. De todo esto, Jennifer sacó un buen consejo para las solteras: “Una puede buscar a su príncipe azul por todo el mundo, pero cuando cree que lo ha encontrado, lo ha de arriesgar todo: si no, no sirve de nada”.

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